Inversor, evite las tentaciones de la nueva normalidad.

La semana pasada se cumplió el guion previsto para este verano y que ya apuntábamos en el análisis del pasado lunes. Mercado lateral en las bolsas, placido para la renta fija y debilitamiento del dólar. Los principales índices bursátiles internacionales cerraron un balance semanal negativo, debido principalmente a las tensiones de los consulados entre EE.UU. y China y al continuo incremento de positivos, especialmente en la primera economía del mundo. Los bonos cumplieron su papel de refugio, saliendo los bonos periféricos europeos muy beneficiados del acuerdo sobre el fondo europeo de reconstrucción. En el terreno de divisas el euro sale fortalecido tras esta poco habitual armonía europea, cambiándose al final de la semana por 1,1656 dólares.

La semana en la que entramos llega la traca final de citas macroeconómicas y resultados empresariales que tratarán de alterar esta tónica veraniega, que ya se viene repitiendo varias semanas. La reunión de tipos del próximo miércoles de la FOMC de la Fed y la rueda de prensa posterior de su presidente, Jerome Powell, centra la atención en una semana en la que la publicación de resultados de tecnológicas como Facebook, Apple y Google y de los PIB del segundo trimestre de las principales economías mundiales, podrían influir en el signo de la evolución de los índices al final de la semana.

Esto sería así, en un verano normal. Sin embargo hace algunos meses que ya no vivimos en la normalidad que conocíamos. Una normalidad en que las tendencias de los mercados venían marcadas por la evolución de los datos macroeconómicos y los resultados empresariales. En la situación actual, en la mal llamada nueva normalidad, el comportamiento de los mercados es más errático y está disociado de la realidad económica. Vivimos el tiempo entre el brote del coronavirus y el descubrimiento de su vacuna. Es un tiempo en el que estamos viendo muchas cifras y previsiones negativas, muchos sectores con un futuro incierto y demasiadas compañías sobrevaloradas. En este tiempo, aspectos de corto, como la evolución de los contagios o las tensiones entre EE.UU y China, van a marcar el signo semanal en los mercados. También sucederá en la semana entrante y posiblemente a lo largo de todo el mes de agosto.

Debemos tener en cuenta que algunas verdades que se fragüen en este tiempo pre vacuna dejarán de serlo tras ella. Es probable que algunas previsiones no se cumplan, algunas compañías dejen de estar tan valoradas y algunos sectores saldrán de la depresión.

Ahora que nos acercamos al mes de agosto, mes errático por excelencia, conviene que recordemos los consejos para el inversor en periodos de mercados erráticos, tan parecidos al que estamos viviendo tras el brote del coronavirus. La clave es mantener la consistencia, la diversificación, no tomar decisiones precipitadas llevadas por los acontecimientos y mantener la estrategia de largo plazo que marcamos cuando construimos nuestra cartera. Respetar estos principios será agradecido con un mejor resultado final cuando llegue septiembre.

Estos principios deberíamos aplicarlos en este periodo pre vacuna, si queremos tener un mejor resultado en el periodo post vacuna. El inversor de largo no debería dejarse tentar por las supuestas verdades de este periodo de la llamada nueva normalidad, que le lleven a cambiar su estrategia, su diversificación o sus principios básicos de inversión.

El ejemplo de una tentación de este periodo es la apuesta por las tecnológicas. No convendría incrementar el peso de tecnológicas más de lo previsto en nuestra estrategia inicial de construcción de cartera. Efectivamente, el sector tecnológico es uno de los más beneficiados en este periodo pre vacuna, pero no debemos olvidar que esta no va ser la normalidad en el periodo post vacuna, por mucho que se diga que lo que vivimos es “la nueva normalidad”. Tras la vacuna la normalidad se parecerá más a la que teníamos antes de la Covid-19.

Otra cuestión distinta y adecuada es ir incrementando en nuestras carteras apuestas por activos de compañías que mejor cumplen con los criterios ESG (Medioambientales, Sociales y de Gobernanza), ya que esto es una tendencia de largo plazo que ya era aconsejable antes de la Covid-19.

Es clave en una visión de largo plazo seguir apostando por la diversificación e incluso no es descabellado seguir manteniendo activos de sectores estratégicos, a pesar de que estén penalizados por la situación actual.

¿Qué sucederá esta semana?

Esperamos que continúe el movimiento lateral en las bolsas. Esperamos un principio de semana en tono negativo, que puede ir mejorando según se vayan publicando los resultados empresariales y los datos macro de final de semana.

¿Qué debe hacer el inversor?

Mantener una buena diversificación en su cartera y mantener su posicionamiento, a pesar de que la llegada del mes de agosto anime a reducir exposición. El resultado final en septiembre será mejor.

CITAS ECONÓMICAS DE LA SEMANA.

Lunes: índice IFO de confianza empresarial alemana. Pedidos de bienes duraderos en Alemania.

Martes: Tasa de desempleo en España. Confianza del consumidor en EE.UU.

Miércoles: Reunión de tipos del FOMC de la Fed y rueda de prensa posterior.

Jueves: IPC de España. Desempleo en Alemania. PIB de Alemania. PIB y nuevas peticiones de desempleo en EE.UU.

Viernes: PMIs en China. IPC Y PIB de la zona euro.

Verano con más rebrotes que rebotes

«Mercado lateral en las bolsas, plácido para la renta fija y con debilitamiento del dólar, el pronostico para este verano»

Dejamos atrás una semana más de volatilidad, pero con resultado general positivo en los principales índices de las bolsas internacionales. Se descolgaron, con un saldo negativo semanal, el HSI (índice de la bolsa de Hong Kong) y el tecnológico estadounidense Nasdaq 100. A pesar de los rebrotes en Europa y los récords diarios de contagios en Estados Unidos, los índices bursátiles vuelven a tantear sus resistencias. La semana en la que entramos va a ser clave para determinar si la lateralidad del mercado se va a alargar el resto del verano.

Esta semana, las principales cartas van a estar sobre la mesa. Se conocerá ya el grueso de resultados empresariales y las previsiones de las compañías para los próximos trimestres. Los indicadores PMI, que se publicarán a final de esta semana, van incorporar una mayor dosis de realidad. Conoceremos las condiciones de implementación del fondo de recuperación europea y lo que supone para las economías periféricas. Además ya sabemos que los bancos centrales van a contemporizar en sus intervenciones en el mercado, por lo que no hay mucho margen para la sorpresa.

Con todo esto, el EuroStoxx 50 se enfrenta a su resistencia de 3.400 puntos, con dificultades en el acuerdo sobre el fondo de recuperación europeo tras la pandemia. El S&P 500 se enfrenta a la suya de los 3.240 puntos, con cierto agotamiento de las tecnológicas y con la probable previsión de resultados para los próximos trimestres en tono muy prudente, por parte de las compañías.

Ya llevamos algún tiempo que son las noticias relacionadas con los avances en los tratamientos, o en el desarrollo de vacunas contra el coronavirus, los que impulsan a las bolsas. El componente emocional esta dominando los mercados y esto ha llevado a las bolsas a descontar, en sus valoraciones, la existencia de una vacuna o un tratamiento antes de final de año. Se observa cierta ansiedad con la reducción de tiempos en la recuperación económica. Esto puede generar, a corto plazo, mucha frustración y correcciones en valoraciones.

Por el momento, los indicadores económicos muestran una recuperación tendida de la economía y con sectores muy deprimidos todavía. La situación de la pandemia no está cerca de estar controlada, con rebrotes en Europa y Asia y en su máximo apogeo en Estados Unidos y África. Todo esto nos lleva a una nueva normalidad, en que el crecimiento económico se ralentiza. No vamos a volver a los confinamientos, como los conocimos, ni vamos a volver a poner en hibernación la economía, esto sería un suicidio, pero la demanda agregada estará atenazada en los próximos meses. Los indicadores económicos frenarán su rápida recuperación de los últimos meses.

Deberíamos asumir esta situación lo que supone aceptar un mercado lateral para los próximos meses en las bolsas. Viviremos un verano de más rebrotes y menos rebotes en los índices. Por otro lado, las tensiones entre Estados Unidos y China amenazan con generar alguna turbulencia añadida. Quizás un mercado propicio para el trading, pero poco fructífero para el inversor a largo plazo.

Es de esperar un verano más placido para la renta fija. El soporte de los Bancos Centrales y su apuesta por asegurar el crédito, evitará ajustes inesperados en este mercado. La intervención progresiva y contemporizada que están llevando a cabo las autoridades monetarias, en el mercado de deuda y crédito, pronostican una revalorización progresiva de estos activos.

En el terreno de las divisas, el pronóstico es más incierto. A los aumentos de masas monetarias llevadas a cabo por los bancos centrales, hay que añadir las intervenciones interesadas de los gobiernos. No es descartable una carrera por devaluar sus propias monedas, con el objetivo de una recuperación más rápida de sus economías. En este sentido, en la carrera electoral estadounidense, Trump buscará una recuperación económica más pronunciada a cualquier coste. Esto puede llevar a su administración a buscar cierto debilitamiento del dólar, cuyo inicio quizás ya lo estemos viviendo.

CITAS ECONÓMICAS DE LA SEMANA:

Lunes: Actas de la reunión de política monetaria del Banco de Japón.

Martes: IPC de Japón.

Miércoles: PMI previsional en Japón. Venta de viviendas de segunda mano en EE.UU. Inventario de petróleo crudo de la AIE.

Jueves: Nuevas peticiones de subsidio de desempleo en EE.UU.

Viernes: PMI manufactureros y de servicios de las economías europeas y de EE.UU.

Las tecnológicas a examen

Dejamos atrás una semana de consolidación de niveles en las bolsas internacionales. Una semana que comenzó con el rally en las bolsas chinas, alentado por sus autoridades. Desde Pekín se animó a sus ciudadanos a que apoyaran los mercados de su país, con el objetivo de hacer los mercados chinos más competitivos ante la feroz competencia con EE.UU. Esto llevó a las bolsas chinas a máximos desde 2015. El buen comienzo semanal en china se extendió al resto de plazas bursátiles, pero a lo largo de la semana regresó la volatilidad de la mano de rebrotes en Europa, de record de contagios diarios en EE.UU. y con América Latina al borde del colapso hospitalario. Al final de la semana, el saldo fue positivo en Wall Street y plano en Europa. En Wall Street volvió a destacar el Nasdaq 100, que se apuntó un 4 % de subida semanal. El índice tecnológico es el claro ganador en esta crisis y acumula ya una subida en el año del 18,32%.

Hay una apuesta decida de los inversores por el sector tecnológico, que ha llevado a elevar las valoraciones de estas compañías a niveles difícilmente justificables por fundamentales. Sin embargo, la nueva realidad que nos ha dejado la pandemia, en las forma de relacionarnos y de actuar, ha proclamado a las tecnológicas como las nuevas compañías industriales del siglo XXI.

La Covid-19 ha sido como el DeLorean de la famosa trilogía de los ochenta “Regreso al futuro”. Nos ha transportado al futuro y hemos regresado con mucha información, y algún almanaque de resultados empresariales que confiamos nos haga ricos. Esta es la circunstancia que ha llevado a miles de minoristas estadounidenses a lanzarse a la compra indiscriminada de acciones de compañías tecnológicas. Y algo similar ha sucedido, la pasada semana, en los mercados chinos. El inversor minorista chino centro su apoyo a los mercados de su país comprando principalmente acciones de compañías tecnológicas.

La semana en la que entramos se va a poner a prueba si la información que hemos traído del futuro es de buena calidad. Esta semana se publican los resultados trimestrales de importantes compañías tecnológicas estadounidenses, como Apple, Netflix o Facebook. En la medida que sus resultados trimestrales, coincidentes con lo peor de la crisis, salgan en positivo, justificarán la revalorización de la que han disfrutado las compañías del Nasdaq 100, los últimos meses.

La volatilidad acompañará a las compañías tecnológicas, que sin dudas volverán a ser las protagonistas esta semana. Si se cumplen los resultados que contiene el almanaque rescatado del futuro, aumentarán las apuestas por las tecnológicas y podemos vivir un nuevo repunte del Nasdaq. Pero el inversor debe ser consciente que nuestras intervenciones en el presente, con una supuesta información cierta sobre el futuro, pueden generar futuros alternativos no tan favorables a su posicionamiento. Aspectos como boicots publicitarios, recordemos el sufrido por Facebook, o regulaciones normativas y fiscales pueden hacer ensombrecer el futuro de algunas compañías tecnológicas.

Un posicionamiento selectivo y progresivo, puede ser la forma más adecuada de incorporar las compañías tecnológicas en nuestras carteras. En estos momentos y dado los niveles de valoración alcanzados, cualquier apuesta global e indiscriminada en tecnológicas puede ser calificada como de ciertamente temeraria.

La semana también nos dejará la publicación de resultados trimestrales de multitud de compañías, destacando las entidades bancarias estadounidenses. Los resultados empresariales del último trimestre que se irán conociendo serán malos. Se estima una caída media del 43,8% en los beneficios y del 11% en las ventas. Sin embargo estas cifras, que no son las peores de la historia, están ya descontadas en valoraciones. Su impacto en los mercados quedara a la espera de las previsiones, que para los próximos trimestres, anuncien las compañías.

Además también serán protagonistas los bancos centrales. El Banco de Japón y el Banco Central Europeo, celebrarán sus reuniones habituales de política monetaria. Se espera que continúen transmitiendo un mensaje de apoyo infinito a los mercados financieros. Quizás, con el anuncio de compras adicionales de activos y con estímulos de liquidez al sistema bancario. La seguridad que han transmitido los bancos centrales, sobre determinadas categorías de activos de renta fija e indirectamente sobre el resto, es uno de los aspectos más positivos que nos deja esta crisis para los inversores. Existen en el mercado buenas oportunidades de inversión en crédito y con toda la seguridad que ahora ofrece el soporte de los bancos centrales.

¿Qué esperar de los mercados esta semana?

La volatilidad volverá a los mercados con la publicación de resultados. Probablemente las ruedas de prensa de los bancos centrales, en las que renovarán sus apuestas por la liquidez, corregirán los posibles picos de volatilidad.

¿Qué debe hacer el inversor?

Mantener su estrategia. No hay motivo para un cambio de escenario, tras la publicación de resultados. Si se plantea el posicionamiento en tecnológicas, debería hacerlo de manera selectiva y progresiva conforme he indicado.

Citas económicas de la semana:

Martes: IPC en España y Alemania. Índice Zew de confianza inversora en Alemania y Europa. El Tesoro español subasta letras a 3 meses.

Miércoles: Reunión de política monetaria del Banco de Japón.

Jueves: PIB de China. Reunión de política monetaria del Banco Central Europeo. El Tesoro español subastará bonos a 3 y 5 años y obligaciones a 10 años.

Viernes: Balanza comercial de España. IPC de la zona euro. Reunión del Eurogrupo para tratar sobre el plan de recuperación para Europa.

Para pescar hay que estar en el río.

En el recorrido de consolidación por el que transitan los mercados de renta variable desde mediados de junio, la semana pasada tocó el rebote alcista. El ímpetu en las bolsas llevó al tecnológico Nasdaq a marcar nuevos máximos históricos. Pero tampoco se quedaron atrás el resto de índices. El S&P 500 se revalorizó un 4,02% en la semana y el índice de industriales del Dow Jones un 3,25%. En el ámbito doméstico el IBEX 35 se apuntó un avance semanal del 3,14% y el EuroStoxx 50 disfrutó de unas ganancias del 2,82%. Todo esto en una semana en la que el viernes fue festivo en Wall Street por el Día de la Independencia y en la que se publicaron buenos datos en la creación de empleo en EE.UU. y buenos datos macroeconómicos, que superaron previsiones. Al otro lado de la balanza se situaron los rebrotes y el récord de positivos diarios en Covid-19 en EE.UU. Sin embargo, y de momento, los datos macro están siendo el principal catalizador de los mercados. Y los mercados muestran optimismo sobre el control de la pandemia, el posible descubrimiento de la vacuna y el impacto limitado en la economía. Este optimismo se refleja también en la estabilidad que presenta el mercado de deuda y de divisas.

Si miramos a nuestro alrededor, el futuro de muchas compañías no parece ser tan halagüeño como el barómetro de los mercados predice. Los resultados empresariales van a verse gravemente afectados por el parón económico, especialmente en el trimestre que hemos cerrado. Este impacto en beneficios lo empezaremos a conocer a partir de la semana próxima, cuando comienza el periodo de publicación de resultados empresariales trimestrales. Pero me temo que los mercados los considerarán como datos obsoletos y, por negativos que se presenten, no serán puestos en valor en las cotizaciones.

Si los beneficios por acción van a caer, las cotizaciones deberían ser más bajas de las que tenemos actualmente en muchas de las compañías. En este punto la pregunta que todos nos hacemos es: ¿Se están equivocando los mercados?. Esta pregunta encierra siempre un cierto halo de arrogancia de la persona que se la hace. Los mercados son una consecuencia de una evaluación universal de las variables que hay en juego. Por lo tanto, los mercados no se equivocan, lo que puede estar equivocado es la interpretación que se hace de su comportamiento.

Hoy por hoy el barómetro de los mercados anticipa una recuperación de beneficios en 2021, el asalto de las empresas tecnológicas al trono de las principales compañías mundiales, liquidez abundante durante mucho tiempo y una resolución favorable de la crisis sanitaria con vacuna incluida para final de este año. En las valoraciones también pesan los posibles rebrotes de otoño, pero no se les concede la capacidad de un freno radical en la actividad económica.

Ante esto los inversores deberían considerar que para pescar hay que estar en el río. El río puede llevar corriente fuerte o remolinos que nos hagan perder nuestros anzuelos, pero al final el que lleva pescado a casa es el pescador que ha estado en el río. La corriente que trae el río de los mercados esta subiendo y amenaza con remolinos, pero si elegimos bien la mosca de nuestro anzuelo podemos obtener una gran pieza. Podemos elegir ríos más tranquilos, como los mercados de renta fija, en la que hay piezas de deuda corporativa muy atractivas. O podemos decantarnos por ríos más movidos, como los de renta variable, donde nuestro resultado dependerá de la selección de la zona de pesca y la mosca que utilicemos. Pero en cualquier caso, no deberíamos quedarnos en casa si lo que queremos es comer pescado. La liquidez es un estado de confort engañoso y entre las características del inversor está la de ser capaz de salir de esa zona de confort.

¿Qué esperar de los mercados esta semana?

Esta semana viene poco cargada de publicación de datos macroeconómicos relevantes, por lo que los mercados reaccionaran principalmente ante la evolución de la pandemia en Estados Unidos y los rebrotes en Europa. La ausencia de catalizadores macro puede hacer que la semana tenga tendencia bajista, tras el rebote de la anterior.

¿Qué debe hacer el inversor?

El inversor debe estar en el río si quiere pescar. Debe adaptar su táctica de pesca a la corriente del río. Semanas de corrección, como la que podemos tener, son buenas oportunidades para la toma de posiciones siempre respetando el perfil de inversor.

CITAS ECONÓMICAS DE LA SEMANA.

Lunes: Producción Industrial y confianza del consumidor en España. Ventas minoristas en la zona euro. PMI no manufacturero del ISM en EE.UU.

Martes: Producción industrial en Alemanía. El Tesoro español emitirá letras a 6 y 12 meses.

Miércoles: Inventarios de petróleo crudo de IAE.

Jueves: IPC de junio en China. Reunión del Eurogrupo.

Viernes: Índices de precios del productor en EE.UU.