No es el momento de salir para realizar beneficios

La Reserva Federal sigue dando soporte a los mercados. Varios de sus miembros comentaron durante la pasada semana que, aunque sigue habiendo cuellos de botella en bastantes rincones de la economía, siguen creyendo que estos efectos serán temporales provocando en los próximos trimestres una ralentización en las tasas de inflación. Con esto se reducen los temores a las subidas de tipos o a la reducción de estímulos, dejando vía libre a que los índices de renta variable prueben nuevos máximos y dando estabilidad el mercado de deuda y de crédito.

Tanto el Eurostoxx 50, como el S&P 500, avanzaron ligeramente por encima del 1%, pero el sector más beneficiado de la semana, por la relajación de los temores a la inflación, fue el tecnológico. El Nasdaq 100 estadounidense avanzó un 2,05% y el Shenzhen Component chino un 2,8%. El creciente optimismo sobre el repunte de la actividad económica con la aceleración del proceso de vacunación también ha provocado una rotación hacia empresas de menor capitalización, con el Russell 2000 subiendo más de un 2,5%.

A pesar de los múltiplos elevados con que cotizan determinadas compañías, cada vez se perciben como más razonables las valoraciones de los activos teniendo en cuenta el entorno de liquidez y estímulos en el que nos encontramos. Los más escépticos con el ciclo se replantean su apuesta por tan solo un corto plazo de bonanza bursátil y alejan sus previsiones de cambio de ciclo. Especialmente cuando el diario The New York Times ha dado a conocer el proyecto de presupuestos de EE.UU. para el 2022 con una partida de gasto de seis billones de dólares. Esto supondrá un impacto significativo en el crecimiento económico.

Por lo tanto, no hay señales que justifiquen una realización de beneficios. Como en las salidas de las pruebas de atletismo, los inversores se mantienen en sus tacos sin moverse, evitando una salida nula. Saben, por experiencia, que una reacción rápida en una salida le va a dar una ventaja pero si la salida es nula será descalificado y supone la ruina de la carrera. Lo más probable es que se alargue el tiempo que permanezcan en los tacos de salida los más pesimistas con el ciclo, porque han visto como compañeros de carrera han sido descalificados en las pasadas semanas.

Veremos cómo los temores de inflación, tan protagonistas estos últimos meses, perderán brillo ante la mejora de los datos macro económicos y de resultados de las compañías. Los mercados recibirán favorablemente esta mejora de la situación económica, una vez que se hayan sacudido el temor por la inflación y sus consecuencias en los programas monetarios y de estímulos. Porque, el continuo posicionamiento de la Reserva Federal y el resto de Bancos Centrales, pro estímulos monetarios, apagará cualquier temor por la inflación.

Sigue ahora vigente el programa inversor de principio de año, favorable a la renta variable en un entorno de estabilidad de la renta fija soportada por los bancos centrales,. No conviene un cambio de ruta. Este año el “Sell in May and go away” presenta más dudas que nunca.

La semana en la que entramos deberíamos estar atentos a esos datos macro que marcarán el devenir de los mercados. Entre ellos destacan los PMI manufactureros y de servicios de las principales economías mundiales y el dato del empleo de EE.UU al final de la semana.

CITAS ECONÓMICAS DE LA SEMANA

Lunes: PMI en China, IPC en España y Alemania.

Martes: PMIs manufactureros en las principales economías mundiales. IPC de la zona Euro.

Miércoles: Desempleo en España. Ventas minoristas en Alemania.

Jueves: PMIs de servicios y compuestos de las principales economías mundiales. El Tesoro español subastara obligaciones a 10 años y bonos a 3 y 5 años. Nuevas peticiones de subsidio de desempleo en EE.UU.

Viernes: Ventas minoristas de la zona euro. Nóminas no agrícolas y tasa de desempleo en EE.UU.

China: Una alternativa a la lateralidad.

Dejamos atrás una semana con comportamiento lateral en los principales índices bursátiles internacionales. Comportamiento que es probable nos acompañe los próximos meses, después de un buen principio de año. El S&P 500 volvió a marcar máximos históricos durante la semana pero luego se replegó, cerrando plano su balance semanal. El índice que mejor comportamiento semanal ofreció fue nuestro índice domestico IBEX 35, que avanzó un 2,28% apoyado en el sector bancario. El incremento de las rentabilidades de los bonos, conjuntamente con las buenas cifras trimestrales que están presentando las entidades de crédito, está favoreciendo el comportamiento en bolsas del sector bancario. Esto benefició al índice nacional, con un mayor peso relativo de las compañías financieras en su composición.

En el mercado de deuda cabe destacar el máximo anual que ha marcado la rentabilidad del bono alemán a 10 años, cerrando la semana en el -0,206%.

Pero la cita relevante de la semana fue la comparecencia de Joe Biden ante el Congreso en sus primeros 100 días como presidente de EE.UU. y anunció un nuevo plan de estímulos de 1,8 billones de dólares centrado en las familias a través de créditos fiscales y ayudas en el hogar como permisos remunerados o cuidado de hijos. Además también anunció su postura en términos de política exterior en tono más amistoso que Trump pero firme en la protección de los intereses de EE.UU. frente a Rusia o China.

La lateralidad del mercado recuerda al antiguo videojuego de Atari basado en el tenis que se llamaba Pong. Los índices, cual pelota de este videojuego, por un lado rebotan impulsados por el jugador alcista que se apoya en los buenos resultados empresariales e índices de confianza, pero por el otro lado son repelidos por el jugador bajista que no digiere bien la inflación y el incremento de impuestos para las compañías en EE.UU, que nos acecha. Ambos jugadores tienen un buen desempeño y está por ver quien aguantara más tiempo devolviendo la pelota. El jugador alcista parece jugar en casa porque cuenta con el apoyo incondicional de las autoridades monetarias propietarias del terreno de juego. Pero quizás el exceso de confianza puede jugarle una mala pasada y hay riesgo de que su afición termine dándole la espalda. Esta es la esperanza del jugador bajista.

Por ahora el fondo de mercado y la evolución de la pandemia favorecen al jugador alcista. Las economías empiezan a reabrirse y parece que está cerca el triunfo sobre la pandemia. Esto puede servir para dar el golpe final que relance la economía y saque a los mercados de la lateralidad. Aunque cifras excesivamente buenas pueden generar un exceso de confianza y que se produzca la pérdida del respaldo de los propietarios del terreno de juego. En cualquier caso, parece que la partida se va a alargar durante los próximos meses.

Para evitar quedar atrapado en el partida de Pong, el inversor debe desviar la mirada de la pantalla y buscar otras alternativas de juego. Existen más jugadores y no deberíamos fijar nuestros ojos solo en los que juegan la partida de Pong. Se trata de detectar en el mercado aquellas estrategias que con buenos fundamentales últimamente han sido penalizadas.

En este sentido conviene que hablemos de la bolsa China, una de las bolsas que más han corregido los últimos meses. Las bolsas de Shanghai, Shenzhen y Hong Kong presentan un comportamiento poco acorde a la situación favorable de recuperación económica de su economía, corrigiendo desde los máximos alcanzados en febrero. La caída mayor se ha producido en el índice Shenzhen más vinculado con la tecnología, como sucedió en el resto del mundo en el mes de febrero.

Sin embargo, los fundamentales de la economía china continúan positivos y con un potencial de desarrollo muy significativo. Existen sectores de gran potencialidad en la bolsa china como el consumo privado que representa un 39% del PIB en China, mientras que en países desarrollados como EE.UU. supone un 65%. Además existen otros sectores que hoy representan un pequeño porcentaje en la bolsa china, como Health Care o Tecnología de la información, que tienen mucho recorrido hasta situarse a niveles similares a los de la mayoría de los países desarrollados. La deuda pública de China sigue siendo muy inferior al de los países occidentales, situándose en un 66,8%, mientras que EE.UU es del 127,3% sobre el PIB.

La corrección sufrida está ligada a factores concretos de corto y medio plazo. Por un lado han endurecido la política monetaria destinada a abordar el riesgo de sobrecalentamiento de los mercados inmobiliarios y financieros, pero no hay un riesgo estructural en este sentido. Por otro lado, la evolución positiva de la pandemia en China ha llevado a las autoridades a retirar el apoyo a la economía con mayor rapidez.

Pero hay multitud de factores que pueden dar impulso a la economía china, además de su crecimiento secular: El crecimiento poblacional, el desarrollo de la clase media, del consumo interno, de los servicios de comunicación y servicios financieros, la alineación con criterios ESG o la creación de yuan digital.

La corrección de las bolsas chinas presenta una oportunidad más allá del ruido del momento y de la pantalla de los jugadores de Pong.

La semana en la que entramos esperamos que continúe el movimiento lateral en los mercados de renta variable. El mercado seguirá pendiente del avance del despliegue de las vacunas y los estímulos fiscales. En la agenda macro destacan los datos definitivos de los PMIs en Europa, EE.UU y China y el dato del empleo en EE.UU que se publica el viernes.

CITAS ECONÓMICAS DE LA SEMANA

Lunes: PMI manufactureros de la eurozona y de EE.UU.

Martes: PMI manufactureros de China y GB. El Tesoro español subasta letras a 6 y 12 meses.

Miércoles: PMI de servicios y compuesto de la eurozona y EE.UU.

Jueves: PMI de servicios y compuesto de China. El Tesoro español emite obligaciones a 10 años y bonos a 3 años. Ventas minoristas en la eurozona. Reunión de tipos del Banco de Inglaterra. Nuevas peticiones de desempleo en EE.UU.

Viernes: Producción industrial en España. Datos de empleo en EE.UU.