Las caídas continúan, pero ¿es el momento de hacer liquidez?

El pesimismo sigue instalado en los inversores. La incertidumbre que genera el impacto en la economía del endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales ha provocado, una semana más, caídas generalizadas de los índices. El S&P 500 caía un 4,66% en la semana y el EuroStoxx 50 un 4,34%. Las Tires de los bonos repuntaron nuevamente, haciendo caer aún más el valor liquidativo de los activos de renta fija. La apuesta de los bancos centrales, con la Fed a la cabeza, por la lucha contra la inflación en detrimento del crecimiento económico, está impidiendo a los inversores encontrar algún activo refugio. La renta fija cae por la subida de tipos, la renta variable, el petróleo y las materias primas caen por la recesión a que nos llevan los bancos centrales y el oro pierde valor por el repunte del dólar y de los rendimientos de los bonos del tesoro. 

No es de extrañar que la alternativa de la liquidez sea en estos momentos la opción que ronda por la cabeza de los inversores, incluso asumiendo las pérdidas acumuladas este 2022. Sin embargo, para el inversor a largo plazo el estado de liquidez no es una posición rentable, más si cabe con una inflación cercana a los dos dígitos. Si tomamos como ejemplo   la bolsa de EE.UU. las probabilidades de perder en términos ajustados a la inflación se reducen según aumenta el tiempo. Teniendo en cuenta datos de los últimos 100 años, invirtiendo solo durante un meses las probabilidades de pérdidas en términos de rentabilidad real serían del 40%, pero si invertimos durante 12 meses la probabilidad baja al 29% y si nos vamos a 20 años la probabilidad de no tener una rentabilidad superior al inflación invirtiendo en la bolsa de EE.UU. es del 0%. Sin embargo, en liquidez la probabilidad de perder poder adquisitivo en un plazo de 12 meses es del 42% y en 20 años tendríamos una probabilidad de pérdida del 33%. (ver gráfica 1) Disponer de tiempo es una garantía en las inversiones en activos financieros.

Por otro lado, tomar una posición de liquidez después de una caída como la vivida este 2022  le va a suponer un aumento en los años necesarios para recuperar su capital o incluso comprometer esta recuperación. Por ejemplo, los inversores que se decantaron por pasar a liquidez sus posiciones después de haber asumido una pérdida inicial del 25% en las caídas del 2001 (crisis de las puntocom) o en 2008 (crisis financiera), a día de hoy no han recuperado su inversión inicial, sin embargo los que permanecieron invertidos en poco más de 4 años recuperaron su capital inicial. (ver gráfica 2)

Es probable que todavía nos toque seguir sufriendo alta volatilidad en los mercados, porque el control de la inflación no parece estar cerca y la determinación de los bancos centrales de seguir aumentando las tasas no parece desfallecer. Vamos a necesitar controlar la ansiedad para evitar tomar decisiones equivocadas o fuera de tiempo. El momento de una inflexión de las variables que ahora dominan en el mercado llegará tarde o temprano.

Esta semana los datos macro vienen en tono negativo, como el IFO de confianza empresarial en Alemania, los IPC de Europa o el PIB trimestral de EE.UU al final de la semana. Hasta ahora algunos datos macro de crecimiento económico negativos estaban siendo positivizados por el mercado, ya que se entendía que limitaba el objetivo de subidas de tipos, pero tras el sacrificio por parte de los bancos centrales del crecimiento económico puede que en esta ocasión sea diferente. No está de más recordar que los momentos de mayores volatilidades han sido en los que los inversores más arriesgados han obtenido sus mejores resultados.

Semana de la FED: En busca del techo de los tipos 

El dato de la inflación de Estados Unidos del mes de agosto, publicado la pasada semana, supuso un repliegue de la misma menor de los previsto y representó un visto bueno a las intenciones más hawkish que los bancos centrales representaron en la reunión de Jackson Hole del pasado mes de agosto. Esto supuso un nuevo jarro de agua fría para los mercados de renta variable y bonos que borraron de un plumazo el rebote de la semana anterior. El S&P 500 perdió un 4,77% en la semana y el Nasdaq 100 se dejó un 5,77%.

Jackson Hole redujo al mínimo las expectativas de un final de ciclo de subidas de tipos cercano, en las que se había cimentado la recuperación que vimos en los índices del mes de julio y de la primera quincena de agosto. Ahora, la poca intensidad del repliegue en la inflación en EE.UU del mes de agosto, dibuja el valle de volatilidad por el que van a discurrir los mercados los próximos meses. La preocupación por los efectos de segunda ronda,  consecuencia de una inflación subyacente al alza, presenta un panorama de alta incertidumbre de cara a predecir el punto máximo de subidas de tipos que vamos a ver, así como el momento de cambió de discurso de los bancos centrales, aspectos estos fundamentales para asistir a la recuperación de los mercados.

La intensidad de la recesión, a la que nos aboca la lucha de los bancos centrales contra la inflación, también constituirá una referencia para los inversores de cara a poder anticipar ese momento de recuperación en las valoraciones de los activos. Pero este, es un aspecto que actualmente ya está descontado en precios y salvo que la crisis sea más profunda e incontrolable de lo previsto no debería penalizar en mayor medida las valoraciones.

En este valle de incertidumbre y de mercados deprimidos, por el que vamos a transitar los próximos meses, el inversor debe pertrecharse de paciencia y deshacerse de todo tipo de ansiedad. El corto plazo debe ser sacrificado por un largo plazo de estabilidad y crecimiento. Este es el discurso de los bancos centrales que por ahora nos tenemos que creer, mientras descubrimos si los bancos centrales los últimos años han sido un lobo con piel de cordero o realmente son un cordero que ahora les ha tocado ponerse la piel de lobo.

La paciencia debemos construirla apoyándonos en aspectos que nos hacen ser optimistas sobre el acercamiento a una inflación más moderada, como es la caída en el precio del petróleo y materias primas o la reducción en los índices de consumo. Así como en la reacción de los mercados que vivimos en julio y principios de agosto, que demuestran que una estabilidad en la inflación y una visibilidad en el techo de los tipos hacen que los índices recuperen rápidamente. Desde mínimos de junio hasta los máximos de agosto el S&P 500 recuperó un 17 %, el EuroStoxx 50 un 13 % y el Nasdaq 100 casi un 23%. Además el índice de la deuda corporativa Investment Grade del S&P 500 recuperó un 5,85%

El precio del petróleo se encuentra en niveles de finales de enero, con el Brent a 91.57$ el barril y el West Texas en 84,76 $ el barril, y además está marcando una tendencia bajista. El índice de referencia estadounidense del petróleo formó una llamada “cruz de la muerte” por primera vez desde febrero de 2020, un patrón en el que el promedio móvil de 50 días cae por debajo de su marcador de 200 días. Dicho cruce generalmente indica una pérdida de impulso a corto plazo y una mayor presión de venta en el futuro(ver gráfica). El precio del petróleo ha sido uno de los activadores de la inflación que ha hecho que la inflación permee por muchos productos y servicios. Ahora tenemos un petróleo a la baja, a pesar incluso de las reducciones de producción de barriles anunciadas por la OPEP, y aunque se necesitará un tiempo, el petróleo a la baja ayudará a la contención de precios de otros productos y servicios.

Esta semana viene a visitarnos a nuestro valle el FOMC de la Reserva Federal con su piel de lobo. El miércoles anunciará una subida de tipos de como mínimo 75 p.b.. En esta ocasión además se dará a conocer el diagrama de puntos o Dot Plot sobre las expectativas de tipos para los próximos años de los 19 presidentes de los bancos de la Fed. Ahora este diagrama adquiere gran importancia debido a que es la referencia para el mercado de hasta donde se van a subir los tipos y cuándo pueden empezar a bajar. Desde que la Fed se presenta como lobo, su presencia provoca cierto miedo en el valle de los mercados y es de esperar una semana dominada por la volatilidad.

CRUZ DE LA MUERTE DEL PETROLEO WTEXAS