Aumenta la volatilidad: ¿Debería preocuparnos?

La semana pasada repuntó la volatilidad en los mercados financieros. El índice de volatilidad VIX marcó niveles cercanos a los de finales del mes de enero, tras haber vivido un plácido mes de febrero. El detonante ha sido la continuidad en el movimiento al alza de los tipos de interés de las principales curvas de deuda. Según se controla la pandemia, crece la ansiedad ante la posibilidad de cambio de las políticas monetarias expansivas, que están llevando a cabo los Bancos Centrales, ante el riesgo de aparición de inflación por la reducción de restricciones. Se reducen duraciones en las carteras de renta fija, cayendo la apetencia por la deuda de más largo plazo.

Junto con la volatilidad, la semana pasada también nos deja la constatación de que la rotación de carteras hacia los sectores cíclicos, más penalizados por la pandemia, es un hecho. Sectores como bancos, aseguradoras, viajes, ocio y energía han tomado el relevo a los sectores tecnológicos. Mientras que el Nasdaq 100 perdía un 4,94% en la semana, índices en el que los cíclicos tienen más peso presentaron un mejor desempeño. Como nuestro IBEX 35, que se apuntó una subida semanal del 0,90%.

Ante una tendencia general de buenos datos macro y de resultados empresariales, lo que estamos viviendo es un ajuste de posiciones ante la vuelta de la normalidad. No debería ser fuente de preocupación, porque tanto la inflación como la recuperación de la actividad en compañías cíclicas son palancas de impulso de la economía.

En argot futbolístico ahora toca tirar de banquillo y dejar descansar a los titulares que llevan todo el peso de la temporada. Los suplentes no tendrán el empuje de los titulares pero salen frescos al campo y son el relevo perfecto cuando a las estrellas les llega el cansancio. En el juego se observan altibajos hasta que se reajusta el equipo, pero es necesario dar descanso a los actores principales que van a ser necesarios en el futuro de la temporada.

En este símil, los suplentes son los sectores cíclicos en la renta variable y las duraciones cortas en la renta fija, que empiezan a ser protagonistas en estos momentos. Los titulares en la renta variable son las compañías tecnológicas, sostenibles y adaptadas a las nuevas tendencias que van ser importantes en nuestro futuro y que han confirmado su valía durante la pandemia. En la renta fija, las duraciones largas van a ser los titulares de referencia. Las políticas de tipos bajos van a permanecer largo tiempo, a pesar de que se atisbe inflación en el horizonte. En situación normal tenemos una economía deflacionaria debido a la tecnología y la globalización, entre otros factores, por lo que va seguir siendo difícil que la inflación repunte en la normalidad penalizando las duraciones largas.

A la hora de construir nuestra cartera es el momento de diversificarla entre estrategias para el corto plazo y estrategias para el largo plazo. No convendría renunciar a ninguna de las dos. Podemos aumentar el peso de las compañías cíclicas, pensando en el corto plazo, o realizar reducciones de duración en parte de nuestra renta fija, pero deberíamos mantener en cartera inversiones de tendencia y bonos de calidad con duraciones largas. Esta dualidad en la cartera puede ser válida para los próximos meses, pero no debemos olvidar que serán los titulares los que volverán a ser protagonistas en el largo plazo.

Si pensamos en el largo plazo y estamos escasos de titulares, no deberíamos perder de vista que estos meses van a ser buen momento para incorporarlos, ya que su menor protagonismo va hacer que los encontremos a un mejor precio en el mercado. Compañías de sectores como la salud, las energías renovables o de tecnologías de la información empiezan a perder brillo y su valoración se hace atractiva. Del mismo modo, el aumento de rentabilidades en la deuda de buena calificación, puede ser una oportunidad de mejorar el retorno de la parte más consistente de nuestra cartera.

La semana en la que entramos vendrá marcada por la publicación de los índices de confianza PMIs de las principales economías. El domingo se conoció el PMI manufacturero de China que fue peor de lo esperado, situándose en el 50,6 cuando venia del 51,3. Esta menor actividad puede deberse a la menor actividad por las interrupciones por al año nuevo lunar, aunque puede generar preocupación en el mercado. China ha sido la economía titular indiscutible durante la pandemia, referente de actividad y con un crecimiento económico del 2,3% el pasado año. China va ser la economía referente en el futuro y aunque los datos actuales le hagan perder brillo no deberíamos reducirla de nuestra cartera, sino aprovechar los ajustes de precios que se puedan producir para aumentarla.

CITAS ECONÓMICAS DE LASEMANA:

Lunes: PMI manufacturero de las principales economías de la zona euro. PMI manufacturero de Caixin en China. IPC de Alemania. PMI manufacturero del ISM en EE.UU.

Martes: Desempleo en Alemania y España. IPC de la zona euro. El Tesoro español subastará letras a 6 y 12 meses.

Miércoles: PMI de servicios y compuesto de la zona euro. PMI no manufacturero del ISM en EE.UU.

Jueves: Ventas minoristas de la zona euro. El Tesoro subasta bonos a 3 y 5 años y obligaciones a 10 años. Nuevas peticiones de subsidios de desempleo en EE.UU.

Viernes: Confianza del consumidor en España. Creación de empleo y tasa de desempleo en EE.UU

China, una tendencia no tan silenciosa

La pasada semana, que se cerró con las celebraciones por el año nuevo chino, supuso una buena semana de consolidación de niveles en las bolsas internacionales, con Wall Street nuevamente en zona de máximos históricos y el EuroStoxx 50 en máximos de lo que va de año. Una señal de fortaleza del mercado y de optimismo de los inversores que se apoya en la mejora de datos macroeconómicos, políticas monetarias y fiscales expansivas, sentimiento de vuelta a la normalidad gracias a las vacunas y valoraciones relativas todavía aceptables. Sin olvidarnos de una infravaloración de los riesgos a corto plazo, como pueden ser la ralentización de la recuperación por la extensión en las restricciones o la aparición de la inflación.

Un sentimiento de mercado que puede continuar por lo menos hasta la segunda mitad del año, ya que, en ausencia de un shock externo, los riesgos que acechan no tienen un soporte sólido. La posibilidad de que vayamos a confinamientos más estrictos está decayendo y a pesar del aumento de contagios la actividad económica continúa repuntando. Así lo atestiguan los principales indicadores macro económicos y de resultados empresariales, que apuntan a un impulso de la economía. Los temores al repunte de la inflación está afectando a las rentabilidades exigidas a la deuda, la rentabilidad del bono de Estados Unidos a 10 años se ha elevado hasta el 1,21%, pero la posibilidad de que la aparición de inflación haga cambiar la hoja de ruta de los bancos centrales es en estos momentos nula, por lo que se desprende de las palabras de sus mandatarios. El repunte de las rentabilidades en la deuda pueden ser buenas oportunidades en estos momentos.

Por supuesto que la inflación aparecerá y probablemente con mayor intensidad en la segunda parte del año, consecuencia de un mayor consumo y del aumento en el precio de las materias primas, pero las fuerzas deflacionistas van a seguir existiendo. Fuerzas deflacionistas como la tecnología y la globalización del comercio, que ahora son incluso más relevantes. Todo esto hace que el inversor infra valore los riesgos que están actualmente acechando al mercado y mantenga el optimismo.

Con la llegada del nuevo año chino cabe realizar una reflexión que va a desembocar en una idea de inversión que se está extendiendo últimamente. En China comienza el año del buey. En la cultura china, el buey es leal y digno de confianza, y representa la prosperidad a través de la fortaleza y el trabajo. El buey es el segundo animal de la lista de 12 animales del horóscopo chino. La historia dice que un emperador dijo que el orden se decidiría según el orden en que llegaran los animales a su fiesta. Pues bien, la rata, el animal del pasado año, engaño al buey para que le llevara en su lomo. Luego justo cuando llegaban a la fiesta la rata saltó y quedó delante del buey, logrando así el primer puesto. Todos sabemos lo que nos ha traído el año de la astuta pero no muy limpia rata. Parece que todo apunta a que este año, el del animal que se merecía el primer puesto, va hacer honor a sus cualidades por derecho propio, por lo menos en China. De hecho, los anteriores años del Buey han sido años de grandes resultados bursátiles en el gigante asiático. El último año del Buey 2009-2010, el Shanghai Composite subió un 51% y el anterior 1997-1998 ascendió un 27%.

Es inevitable poner el foco en China. Fue el primer país en entrar en crisis y el primero en salir. Despidió el año con un crecimiento del 2,3%, siendo uno de los dos únicos países del G20 en registrar crecimiento positivo el pasado año. Se prevé que este año el crecimiento del PIB chino supere el 8%. La reactivación más temprana de su economía genera mayores perspectivas para los beneficios de sus compañías. Por otro lado, los nuevos hábitos sociales y de consumo de la pandemia han dado un espaldarazo a la estrategia de las autoridades chinas de impulsar el consumo interno. Importante motor de la economía China para los próximos años.

Por todo esto, existe un creciente interés del inversor por el mercado asiático y especialmente por China. Una mayor apertura a inversores extranjeros y la posible mejora de las relaciones comerciales con EE.UU. están ayudando al aumento de este interés.

Incorporar en nuestras carteras un posicionamiento en el mercado chino parece ser muy adecuado al contar con claras expectativas de rentabilidad. A pesar de que la renta variable ha acumulado una importante rentabilidad desde enero de 2020, todavía sus valoraciones parecen atractivas en vista de las perspectivas. El MSCI chino cotiza 15 veces beneficios mientras que el estadounidense cotiza 24 veces. Además en china hay un consenso de expectativa de crecimiento en beneficios por acción del 25 % en 5 años, respecto al 10% de crecimiento esperado en la renta variable estadounidenses.

¿Qué sucederá esta semana?

La semana en la que entramos, en la que el lunes será festivo en EE.UU., los inversores deben estar atentos a la publicación de los datos de confianza empresarial alemana que se publican el martes, a las ventas minoristas en Estados Unidos que se conocerán el miércoles y la tramitación del plan de estímulo del presidente estadounidense. Al final de semana se conocerán los PMIs preliminares de las principales economías mundiales. Mientras se publiquen unos datos macro en línea con lo esperado, esta semana se mantendrá el tono positivo en los mercados de renta variable.

CITAS ECONÓMICAS DE LA SEMANA:

Lunes: Festivo en EE.UU. PIB de Japón.

Martes: índice Zew de confianza inversora en Alemania y la Zona Euro. El Tesoro español subasta letras a 3 meses.

Miércoles: IPC de Gran Bretaña. Comunicación del BCE sobre política monetaria. Ventas minoristas y producción industrial en EE.UU. Actas de la reunión del FOMC.

Jueves: El Tesoro español subasta bonos a 3 y 5 años y obligaciones a 10 años. Actas de la reunión de política monetaria del BCE. Nuevas peticiones de subsidio por desempleo en EE.UU.

Viernes: PMI preliminares de las principales economías mundiales.

El mercado se frena pero el interés por la bolsa continúa.(Previsión semana 1 de febrero de 2021)

La última semana de enero se saldó con pérdidas superiores al 3% en las principales plazas internacionales de renta variable. El IBEX 35, con su caída semanal del 3,47%, se situó en mínimos del mes de noviembre y el EuroStoxx 50 entró en pérdidas este año. Y de la misma manera, al otro lado del charco, la caída del 3,31% del S&P 500 llevo al índice norteamericano a cotizar por debajo del final del pasado año. Mientras y a pesar de perder un 3,31% semanal, el tecnológico Nasdaq 100 mantiene sus números por encima del cierre de 2020.

Una semana que será recordada en los mercados como la de la revolución de los pequeños inversores frente a los grandes de Wall Street, que apostaban a la baja en compañías como GameStop. Una compañía histórica en EE.UU., propietaria de una cadena de tiendas de venta de videojuegos. Un negocio que las tendencias del juego on line habían penalizado y cuyas acciones habían perdido mucho valor porque grandes fondos de cobertura (Hedge Funds) vendían a corto sus acciones para que bajaran de precio y luego volver a comprarlas. Desde la plataforma Reddit, un grupo de foreros se organizaron para hacer subir las acciones de esta compañía hasta un 870%, cuando se trataba de una empresa abocada a la quiebra. Esto generó grandes pérdidas a los grandes Hedge Funds de Wall Street posicionados cortos en esta compañía y proclamo la victoria de los pequeños inversores individuales frente a los grandes de Wall Street.

Este tipo de movimientos demuestran el interés creciente hacia la bolsa del pequeño inversor. En otras ocasiones esto ha sido considerado como señal para huir de la renta variable, pero quizás en este mundo de la globalización y de las redes sociales deberíamos hacer otra interpretación más constructiva. Está por ver que continuidad tendrá este tipo de movimientos, considerados por algunos de dudosa legalidad, pero lo más probable es que las próximas semanas veamos volatilidad en pequeñas compañías estadounidenses de las llamadas zombis, de baja capitalización y en una situación financiera complicada. Esta volatilidad podría extenderse también otras compañías del Nasdaq. Deberíamos hacernos esta pregunta ¿Cómo deberíamos considerar al pequeño inversor cuando actúa en grupo? Seguro que a todos nos viene a la cabeza la palabra “colectivo”, como la que incorporan algunos instrumentos de inversión.

A parte de este arrebato con connotaciones épicas, muy propia de del show time estadounidense, la semana pasada, tras un cierre de mes en negativo, se marcó el final del continuo recorrido positivo de las bolsas iniciado el pasado mes de octubre. Se impone la realización de beneficios, a que invita las noticias de nuevas restricciones ante el recrudecimiento de la tercera ola de la pandemia. Se ha frenado el ímpetu que mantuvieron los mercados en la segunda parte del 2020. Pero esto no significa que haya una inflexión en el camino de recuperación iniciado por la economía. Se trata más bien de un adecuado ajuste en el timing de evolución de las bolsas con el timing de evolución de la economía, pero dentro de una tendencia de crecimiento.

Es probable que asistamos a este reajuste en las próximas semanas, y veremos cómo se aplana antes la curva de las bolsas que la curva de los contagios. Pero este aplanamiento en la gráfica de las bolsas no constituirá una meseta, como sucederá con la gráfica de los contagios del Covid-19, sino un descanso para continuar con el ascenso cuando la pandemia sea controlada. Porque, como he indicado en otras ocasiones, el escenario central es el de un impacto limitado y no estructural en la economía, con políticas monetarias acomodaticias, que inundan de liquidez los mercados, y políticas fiscales expansivas que permitirán mantener la capacidad productiva y de consumo.

La renta variable va seguir siendo el activo estrella este año 2021, a pesar de correcciones puntuales o llanuras en el camino. Las políticas de tipos ultra bajos y el control por parte de los bancos centrales de las rentabilidades de los bonos, hacen que el inversor se decante por los retornos en forma de dividendos de unas compañías cuya situación económica y resultados tenderá a mejorar a lo largo de este 2021. El momento en el que las bolsas dejen de ser atractiva está lejos y ligado al momento en que llegue la normalización de la política monetaria y de tipos, si es que llega.

Las correcciones y vaivenes, que podemos vivir a corto plazo en el mercado, son fuente de oportunidades y pueden servirnos para construir cartera e incrementar la renta variable de la misma, siempre ajustándonos a nuestro perfil de inversor.

La semana que entramos conoceremos una cascada de resultados empresariales, que van a permitir al mercado tomar la temperatura de la recuperación. Una tendencia positiva de los mismos puede hacer rebotar a las bolsas. De la misma manera, entre las citas macroeconómicas, destaca la publicación de los índices de confianza PMIs de las principales economías mundiales. Se espera que se encuentren por encima de 50, signo de expansión económica.

Recuerde que en Bankoa Grupo Abanca cuenta con un asesor de Banca Personal que le construirá la cartera de inversión más adecuada, a su perfil de inversor y a la situación actual y prevista de los mercados.

CITAS ECONÓMICAS DE LA SEMANA:

Lunes: PMIs manufactureros de las principales economías mundiales. Tasa de desempleo en la zona euro.

Martes: Desempleo en España. IPC subyacente y PIB preliminar de la zona euro.

Miércoles: PMI de servicios y compuesto de las principales economías mundiales. IPC preliminar de la zona euro.

Jueves: Reunión de tipos del Banco de Inglaterra. Ventas minoristas de la zona euro. El Tesoro español subastará bonos a 3 y 5 años y obligaciones a 10 años. Nueva peticiones de subsidio de desempleo en EE.UU.

Viernes: Creación de empleo y tasa de desempleo del mes de enero en EE.UU.