Bolsa europea y bonos verdes en las carteras.

Dejamos atrás una semana de consolidación, tras el rally que estamos viviendo en noviembre. Un rally en el que la renta variable europea ha salido más beneficiada que la estadounidense, tras las buenas noticias sobre la vacuna anti COVID-19 y la victoria del candidato demócrata en las elecciones de EE.UU. La vuelta a la normalidad parece que beneficia más a las compañías y economías del viejo continente, las cuales han permanecido penalizadas desde el estallido de la pandemia. Un reflejo de esto ha sido el dispar comportamiento de consolidación de la pasada semana en las bolsas a ambos lados del charco. Mientras que el EuroStoxx 50 finaliza la semana en positivo, apuntándose un 1,04%, en Wall Street sus principales índices retroceden. El S&P 500 se deja un 0,77%, el Dow Jones un 0,73% y el Nasdaq un 0,26%.

¿Nos estaremos acercando al despertar de las bolsas europeas? La renta variable europea ha sido la eterna promesa de los últimos años. Mientras Wall Street se apuntaba máximos, Europa veía como sus índices a duras penas se acercaban a los niveles marcados en marzo de 2016. Castigada por su desunión, sus bolsas no aparecían como atractivas para los inversores mundiales. Y con la llegada de la pandemia, la vieja Europa, veía como los sectores en los que es más fuerte y que predominan en sus índices, eran penalizados. Una Europa menos tecnológica volvía a quedarse rezagada en la recuperación de su economía y de sus bolsas.

Pero, como es sabido, la pandemia ha cambiado el entorno. Hay cambios en las actitudes, en las formas de relacionarse y en las prioridades de consumo y del comportamiento. La actitud de desunión representada por la UniónEuropea ha sido orillada y la reacción política y fiscal de sus miembros a la crisis ha empezado a hacer honor a su nombre. Por otro lado, la apuesta de Europa, desde hace varios años, hacia la sostenibilidad y las energías renovables han posicionado al viejo continente a la cabeza en uno de los puntales de las nuevas prioridades que nos va a dejar la pandemia. Claramente un acierto, pero no debemos olvidar que quizás no es una visión preclara de sus políticos, sino más bien la búsqueda de una solución a su déficit energético en el sector petrolífero. Estamos ante lo que se dice hacer de un defecto una virtud. Pero una virtud, al fin y al cabo.

Europa cuenta con un largo camino en el desarrollo de tecnología para el sector de renovables. Y en la cadena de producción de la energía renovable participa un gran número de compañías industriales europeas. Incluso el sector del automóvil europeo los últimos años ha avanzado considerablemente hacia su electrificación.

La gestión de la pandemia se ha llevado por delante a Donald Trump, paladín anti sostenibilidad y energías renovables y ha aupado al demócrata Joe Biden, que cuenta un plan para una revolución de energía limpia. El know-how europeo en este ámbito apunta a ser relevante en este plan.

Por otro lado, la liquidez que va a inundar los mercados viene también con una genética verde. Los fondos de recuperación de la crisis exigen avances en sostenibilidad y energías renovables. Los gobiernos y las compañías se están viendo obligados emitir bonos verdes. El Tesoro Español emitirá su primer bono verde en 2021 y Alemania ya ha colocado bonos verdes a 5 años con una rentabilidad media del -0,85%. Los bancos centrales, probablemente, mostrarán predilección por este tipo de deuda en sus programas de compras.

No hay duda que la resaca de la pandemia puede suponer el despegue de los mercados de renta variable europeos, pero también una nueva era de la renta fija, cada vez más verde y con rentabilidad cada vez más negativa.

El inversor debe considerar este entorno en sus posicionamientos. A parte de la rotación sectorial que aconseja la llegada de la normalidad, también es aconsejable una sobre ponderación de la renta variable europea y de los bonos verdes en el componente de renta fija de las carteras. No deberíamos tener prejuicios de incorporar renta fija con rentabilidad negativa en nuestra cartera, si la calidad lo merece. La abundante liquidez y la apetencia por los bonos verdes van a seguir revalorizando este activo, por lo menos a corto plazo. Si consideramos el bono verde alemán a 5 años como el activo sin riesgo, tenemos un margen hasta -0,85% para tomar posiciones en bonos verdes corporativos. Cualquier rentabilidad superior a -0,85% estará remunerando el riesgo.

Nuestra gestora, Bankoa Gestión, cuenta entre su oferta de fondos dos propuestas que implementan el cumplimiento de criterios ESG (Medioambientales, sociales y Gobernanza) en la selección de activos e incorporan activos de renta fija con etiqueta verde. El fondo mixto de renta fija CA SELECCIÓN ESTRATEGIA ISR y el fondo de gestión global CA SELECCIÓN FLEXIBLE ISR.

CITAS ECONOMICAS DE LA SEMANA

Lunes: PMI manufactureros y de servicios de la zona euro y de sus principales economías. PMIs de EE.UU.

Martes: PIB de Alemania. Índice IFO de confianza empresarial en Alemania. Confianza del consumidor en EE.UU.

Miércoles: PIB previsional de EE.UU. Nuevas peticiones de subsidio de desempleo en EE.UU. Actas de la última reunión del FOMC de la Fed. El Tesoro español subasta obligaciones a 10 años.

Jueves: Actas de la última reunión de política monetaria del BCE. Comunicado del BCE sobre política monetaria.

Viernes: Ventas minoristas en España. Confianza de empresas y consumidores en la zona euro.

El despertar de las compañías cíclicas

La semana pasada vino marcada por la acumulación de noticias positivas que dieron un impulso a los índices de renta variable. Especialmente a los más castigados en esta crisis. El anuncio de la vacuna de Pfizer y la confirmación de la victoria de Biden en las elecciones estadounidenses animaron a los inversores a tomar posiciones en las bolsas y a volver a incorporar en sus carteras compañías cíclicas, penalizadas hasta ahora por la pandemia. Debido a esto, nuestro índice IBEX 35, compuesto principalmente por estas compañías, fue el que mejor desempeño mostró, avanzando un 13,29% en la semana. El índice nacional vivió su segunda mejor semana de la historia. Desde octubre de 1998 no había ofrecido una rentabilidad semanal como la de la pasada.

El anuncio de Pfizer-BioNTech de que su vacuna experimental contra la Covid-19 presentaba un 90% de eficacia en los ensayos realizados y de que a finales de este mes van a solicitar la autorización de uso de emergencia de Estados Unidos, supuso el pistoletazo de salida a una lógica rotación de carteras. Se observó un trasvase de posiciones desde compañías tecnológicas y del sector de salud hacía valores cíclicos como financieras, transporte, turismo e industriales. Esto supuso que el índice tecnológico Nasdaq 100 retrocediera en la semana, apuntándose un saldo negativo del 1,27%.

A pesar del buen desempeño de la renta variable, los inversores no se alejaron de la renta fija. La liquidez abundante y los nuevos estímulos fiscales, que se esperan por el recrudecimiento de la segunda ola de la pandemia, siguen haciendo muy atractivo estos activos. El respaldo de los Bancos Centrales a la deuda pública y a la corporativa hasta el rating BB, les confiere un valor añadido como activo refugio. Por otro lado, la demanda creciente de los mismos como destino de la liquidez sobrante de los perfiles más conservadores, les rehabilitan como generadores de rentabilidad, a pesar de sus yields cada vez más bajos.

Las esperanzas de reducción de plazos para una distribución masiva de una vacuna efectiva, que alentó la noticia de Pfizer, nos obliga a los inversores a situarnos en el momento post vacuna. En mi análisis semanal del pasado 28 de septiembre ya aconsejaba considerar la realización de una rotación de carteras, teniendo en cuenta aquellos sectores y compañías penalizados pero que seguirán aportando valor cuando vuelva la verdadera normalidad. En aquel contexto quedaba pendiente resolver la incertidumbre sobre la definición del instante en que llegaría el momento post vacuna, por eso parecía un consejo para una orientación a muy largo plazo. Hoy en día ese plazo se ha reducido, la incertidumbre empieza a despejarse y se ha acelerado la rotación en las carteras. Es una rotación en la que conviene insistir y no dudar, a pesar de que la pasada semana las cíclicas ya avanzaron de manera importante. Sigue existiendo valor en estas compañías pensando en el momento post-vacuna.

Parece que está más cerca el final del sueño que vivimos, desde que estalló la pandemia. En los sueños participamos de una realidad alterada. Nos encontramos con elementos que parecen estar desubicados de la situación real y en contextos que no les corresponden. Sin embargo, en el sueño cobran hasta cierto sentido. Pero cuando despertamos todo vuelve a estar en su sitio. Lo que parecía relevante en el sueño deja de serlo y lo que ni siquiera estaba en la escena es ahora lo principal. En la inversión conviene posicionarnos en el momento del despertar. Vamos a ver como compañías tecnológicas que han sido protagonistas, cuando estábamos en brazos de Morfeo, pierden su brillo. Incluso compañías del sector bio-tech y farmacéutico dejaran de ser tan relevantes para los inversores.

Aunque es un mensaje fácil de transmitir y más difícil de ejecutar, la buena selección de compañías es ahora más importante. Especialmente seleccionar con que compañías de los triunfadores en el periodo de la pandemia nos vamos a quedar en la cartera. Porque seguro que en el momento post-covid, las compañías tecnológicas o bio-tech que se hayan afianzado bien en la cadena de valor de las tendencias de fondo que va a dejar la pandemia, van a seguir siendo relevantes. Sin embargo, otras que se han subido a la ola sin una buena tabla serán engullidas por ella. Se trata, por lo tanto, de realizar una rotación de cartera con sentido, porque tampoco debemos desestimar el componente premonitorio de algunos de nuestros sueños.

En la semana que entramos vuelve a la escena el Brexit. Volvemos a vivir el día de la marmota y nos encontramos en otra semana decisiva para llagar al acuerdo de un Brexit suave. Tras los últimos acontecimientos, que han debilitado los posicionamientos de Boris Johnson, parece más cerca un acuerdo favorable. Esperamos un movimiento lateral en mercados después de las ganancias de la pasada semana pero sin mucha volatilidad, dado el buen fondo de mercado que tenemos.

Consulte con nuestros asesores de Banca Personal el mejor posicionamiento en el momento actual. Nuestra gestora Bankoa Gestión cuenta con una gama de fondos con etiqueta ISR (Inversión Socialmente Responsable) adaptados a los distintos perfiles de inversor y muy adecuados para la inversión en las circunstancias actuales de mercados.

Citas económicas de la semana:

Lunes: PIB de Japón. Producción industrial en China.

Martes: Ventas minoristas en EE.UU. El Tesoro español subastará letras a 3 años y obligaciones a 30 años.

Miércoles: IPC de la zona Euro. Inventarios de petróleo crudo de la IAE.

Jueves: Balanza comercial de España. El Tesoro español subasta bonos a 3 y 5 años y obligaciones a 10 años. Nuevas peticiones del subsidio de desempleo en EE.UU.

Viernes: Confianza del consumidor previsional de la zona euro. IPC de Japón.

La moderación de Biden seduce al mercado

A pesar de que el escenario inmediato que nos dejó las elecciones estadounidenses fue el peor, según la proclama de la mayoría de los analistas, los mercados de renta variable reaccionaron muy positivamente y recuperaron con creces las caídas de la semana anterior. El S&P 500 avanzó un 7,32% y en Europa el EuroStoxx 50 escaló un 8,31%. Sin querer despojar a los mercados de la concepción romántica que les dota de libre albedrio, como si de un ser humano se tratase, creo que debemos buscar en su comportamiento una justificación más orientada hacia una conducta colectiva bien fundamentada.

Porque fundamentos hay para el buen tono del mercado de la pasada semana, tras la resolución del proceso electoral estadounidense. En primer lugar, la amenaza que para los mercados pudiera suponer el candidato demócrata, Joe Biden, ya se había descontado las pasadas semanas. Sus propuestas más progresistas, con subidas de impuestos incluidas, no iban a ser bien recibidas por las compañías y el sector privado. Sin embargo, el resultado electoral tan ajustado, con grandes posibilidades de que el senado caiga del lado republicano, limita mucho la libertad de acción del nuevo presidente electo. Especialmente en los aspectos relativos a las políticas fiscales, en la que el veto republicano en el senado es seguro. En segundo lugar, la moderación de Biden es interpretada como constructiva para reducir las tensiones comerciales y geopolíticas que la administración Trump ha iniciado y avivado durante su mandato.

Aunque las políticas fiscales de Trump han sido favorables a mercados y su periodo de presidencia deja un saldo positivo en las bolsas estadounidenses, hay aspectos de su personalidad que no han beneficiado a la volatilidad de las mismas. Su personalidad errática, caprichosa y voluble no se va a echar de menos en los mercados financieros. La moderación de Biden abre la esperanza a un periodo de menor volatilidad.

Se ha publicado que la limitación que supone para la futura administración Biden, no contar con la mayoría del senado, amenaza con que el nuevo presidente sufra del síndrome del pato cojo (en inglés lame duck). Es decir, que sea una presidencia cuyas actuaciones estén muy limitadas. Pero hay políticas de gasto público, medioambientales o sanitarias para las cuales se hace muy difícil pensar que exista un bloqueo. Por lo tanto, la nueva administración verá dificultada sus intenciones de subidas de impuestos, incluidos sus intenciones con las tecnológicas, pero no sus intenciones en estos otros ámbitos mencionados.

El resultado electoral estadounidense nos deja un panorama muy favorable para el mercado de renta variable, tanto estadounidense como el internacional. Europa aplaude el resultado al calor de un nuevo marco de relaciones comerciales, exento de amenazas arancelarias y con la apuesta por las energías renovables y la sostenibilidad de Biden que le alinean con la política de la Unión Europea.

Las implicaciones para la inversión son claras, buen fondo de mercado que animan a mantener una exposición elevada en renta variable, apuesta por las inversiones socialmente responsables (ISR), tecnología, sector sanitario e infraestructuras.

Con el resultado electoral estadounidense, actualmente hay tres factores que dominan los mercados y que tienen implicaciones para la inversión.

1.- La nueva administración Biden, de tono moderada con limitación para la subida de impuestos, orientada hacia políticas de sostenibilidad y de salud. Menor volatilidad y Europa puede volver a ser una opción.

2.- La pandemia y el retraso en la posible vacuna. Debemos seguir infra ponderando los sectores más penalizados por la pandemia. La rotación de carteras deberá esperar.

3.- Liquidez abundante y respaldo del sistema financiero por los bancos centrales. Revalorización de activos de renta fija y de renta variable por la entrada de liquidez. Buen fondo de mercado.

Ante esto no es descartable que vivamos el habitual rally de fin de año en los mercados. A pesar del Brexit, todavía no resulto, estamos ante un buen momento para la inversión.

Esta semana seguirá coleando las elecciones estadounidenses, pero deberemos estar también atentos a la publicación de datos macro como son los índices ZEW de confianza inversora y empresarial en Europa, la producción industrial en el viejo continente y la evolución de la pandemia.

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CITAS ECONÓMICAS DE LA SEMANA

Lunes: Comparecencia de C. Lagarde, presidenta del BCE.

Martes: Índice ZEW de confianza inversora en Alemania y zona euro.

Miércoles: PIB en Gran Bretaña. El Tesoro español subasta obligaciones a 10 años.

Jueves: Reunión del Eurogrupo. IPC de Alemania y EE.UU. Producción industrial en la zona euro. Nuevas peticiones de subsidios de desempleo en EE.UU.

Viernes: IPC de España. PIB y desempleo de la zona Euro.