No es descartable una recuperación en «U» de las bolsas.

Los temores a las consecuencias económicas de la expansión del coronavirus COVID-19 siguieron impactando la pasada semana en los mercados financieros internacionales. Aunque está semana, de gran volatilidad, el impacto fue desigual. En Wall Street el saldo semanal fue positivo con una subida del 0.61% en el S&P 500 y del 1,79% en el industriales del Dow Jones. También fue muy positivo en China donde el índice Shanghai Composites avanzó un 5,35%, recuperando niveles de enero anteriores a la crisis del coronavirus. Sin embargo en el viejo continente, a pesar de un intento de rebote al principio de semana el aumento de contagios y las dudas que llegaban de Wall Street, al final de la semana, llevó a perder otro 2,93% en el EuroStoxx 50 y un 3,98% en el IBEX 35. El principal índice de la bolsa española ha perdido un 15,3% en dos semanas. El índice nacional y europeo se ven penalizados por el peso en los mismos del sector financiero cuyas cuentas pueden verse nuevamente comprometidas si el BCE decide reducir aún más el tipo de depósito como medida de estímulo ante la crisis del coronavirus. Ante el nerviosismo de la semana no es de extrañar que los principales ganadores fueran: el bono estadounidense a 10 años cuya rentabilidad exigida cayó 39 puntos básicos en la semana marcando mínimos históricos del 0,773% y el Bund alemán a 10 años que llegó a -0,773% mismos niveles que en agosto de 2019.

Sin duda alguna los mercados se están viendo vapuleados por los instintos más emocionales del inversor. En esta ocasión con más virulencia por encontrarnos en una situación totalmente nueva que genera una muy baja visibilidad de las implicaciones futuras en la economía. Pero hay un aspecto que no debemos perder de vista y que debería calmar los ánimos: estamos ante un elemento exógeno a la estructura económica actual. Las caídas de bolsas de los últimos 15 días están sugiriendo la entrada en un ciclo recesivo como consecuencia de los daños para la economía de la epidemia. Pero sería la primera vez en la historia que una crisis no es debida a una burbuja o disfunción de la propia economía. Las últimas crisis globales fueron provocadas por burbujas generadas por el propio sistema económico. Con Lehman Brothers estalló la burbuja de las operaciones de alto riesgo en un mercado desregulado, claramente disfuncional. La crisis de la burbuja puntocom, como el propio nombre indica, fue debida a la generación de una gran burbuja especulativa alrededor de las incipientes compañías de internet que terminaron por no dar los resultados esperados. En definitiva, fueron disfunciones propias en el propio sistema financiero y económico los que nos llevaron a un periodo de crisis.

En esta ocasión la situación es muy diferente. Las estructuras económicas antes del coronavirus habían demostrado solidez con unos datos macro saludables en Estados Unidos y China y en recuperación en el viejo continente. Además contábamos con unos bancos centrales dispuestos a tomar medidas para modular un crecimiento prolongado. Por lo tanto, podemos encontrarnos con una ralentización y afecciones mayores en algunos sectores pero la situación no apunta a un cambio de ciclo económico o crisis financiera.

Tanto si el virus es estacional como si se consigue contener el impacto en la economía de las restricciones va a ser temporal. Tenemos un campo de pruebas de esto en China donde ya estamos viendo que la aparición de nuevos casos se ha ralentizado y la actividad económica está volviendo a la normalidad. Mientras bolsa se encuentra nuevamente en niveles anteriores a esta crisis médica.

Va a ser inevitable que tengamos un primer trimestre negativo e incuso que los malos datos se alarguen hasta el segundo, lo que va a generar dudas en los mercados durante un periodo. Pero, por otro lado, vamos a contar con unas autoridades monetarias y política que van a implementar estímulos para contrarrestar la ralentización que van a permanecer en la economía cuando la amenaza se diluya. Además de las políticas de estímulo de los bancos centrales, bajando tipos y comprando activos, es de esperar políticas fiscales y de gasto público. En Europa es probable que veamos que las exigencias de déficits públicos se relajen permitiendo un mayor endeudamiento de los estados. Me temo que Trump también conseguirá algo similar para Estados Unidos. El resultado de estas políticas ya las vimos en Estados Unidos y en sus bolsas con las medidas que implemento Trump en 2018.

En definitiva que aunque no esperamos una recuperación en V de las bolsas, no debemos descartar una recuperación en U. Ahora estamos en la base de la U y vamos a pasar un periodo de dudas porque el virus se extenderá a más países y los datos macro empeorarán. Pero el efecto coronavirus se irá diluyendo según se acerque la primavera. Entonces, las estructuras económicas volverán a funcionar a buen ritmo e incluso es probable que a un ritmo mayor que antes de esta crisis médica como consecuencia de los estímulos inyectados por las autoridades monetarias y políticas. Veremos entonces como los índices completan las Us en sus gráficas. Tenemos el ejemplo con el índice de China.

Debemos mantener la calma ante la situación que estamos viviendo, tanto en nuestra vida diaria como en nuestro comportamiento como inversor. Tomar decisiones llevados por las emociones o por el pánico es dañino tanto para nuestra vida diaria como para nuestro patrimonio. Y sin embargo la templanza y una visión de largo plazo pueden obsequiarnos con buenas oportunidades en la situación actual.

Esta semana vendrá marcada por la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo, el próximo jueves. Se esperan medidas de estímulo aunque tendrán que tener en cuenta el daño que causa al sector financiero cualquier medida que suponga reducir aún más el tipo de depósito. Por este motivo es probable que nos encontremos con medidas más vinculadas con la compra de activos. Esto sería bien recibido por las entidades financieras que mejorarían sus cotizaciones y beneficiarían a los índices bursátiles europeos.

Citas económicas de la semana:

Lunes: PIB del 4º Trimestre de Japón. Producción industrial en Alemania.

Martes: IPC de China. El Tesoro español subastará letras a 3 meses. PIB y empleo en la zona Euro.

Miércoles: Ventas minoristas en España. IPC en EE.UU.

Jueves: Producción industrial en la zona Euro. Reunión de política monetaria del BCE.

Viernes: IPC de España y Alemania. Confianza previsional del consumidor en EE.UU.

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