¿Dónde está mi soporte?

La pasada semana impactó la tempestad en los mercados financieros. El efecto mariposa a que hacía referencia en mi artículo del pasado lunes “¿Tienen en cuenta los mercados el efecto mariposa?” se cumplió de manera implacable y con una virulencia desconocida en las bolsas desde hace más de diez años. Los principales índices bursátiles internacionales cayeron en torno a un 12% en la semana por el temor a la ralentización que la expansión del coronavirus va a provocar en la economía mundial. Wall Street entro en corrección técnica al perder sus índices más de un 10% desde máximos. El bono estadounidense a 10 años actuando como activo refugio recorto su rentabilidad más de 3 décimas, llegando al mínimo histórico del 1,163%. Sin duda lo vivido la pasada semana es lo más parecido a un crack bursátil, aunque en esta ocasión no haya sido provocado por el estallido de ninguna burbuja económica lo que nos deja la esperanza de que la situación se corrija poco a poco.

¿Porque se produce una caída tan vertical?

El temor a lo desconocido genera pánico y el pánico ventas masivas que además se ven retroalimentadas por los sistemas informáticos que generan órdenes de ventas automáticas cuando se tocan determinados niveles pre establecidos.

¿Cuándo se frenan estas caídas?

Normalmente hay unos precios teóricos que se consideran soporte porque suelen frenar las caídas. Estos precios son los considerados por los inversores como muy atractivos y con buenas expectativas de ganancias teniendo en cuenta la situación de la salud económica actual y prevista.

¿Qué ha sucedido en esta ocasión? ¿El coronavirus?

Técnicamente vamos a sufrir unos meses de ralentización económica que probablemente en algunas zonas geográficas se convierta en una pequeña recesión. Toda recesión o falta de crecimiento económico impacta directamente en las expectativas de beneficios de las compañías por lo que decae el interés por los activos que la representan, sus acciones.

En esta ocasión la ralentización económica o recesión temporal se va a producir debido a las medidas de contención que impondrán los estados y las propias compañías. No es por lo tanto provocado por los efectos de la propia enfermedad que son considerados como no graves. Esto nos da una pista de cual profunda o larga puede ser la crisis. Va a depender de la gestión que los estados y las compañías hagan de las medidas que impongan. Unas medidas demasiado restrictivas, o durante demasiado tiempo, alargarán el periodo de ralentización o recesión económica. En este sentido el instinto de supervivencia económica me hace pensar que los actores de esta crisis harán todo lo necesario para que no se alargue demasiado. De hecho en China, origen de la epidemia, ya están dando pasos para normalizar la situación laboral.

¿Qué va a suceder a partir de ahora?

Los datos económicos no van a ser buenos este primer trimestre y probablemente tampoco el segundo. Ya se ha conocido como impacta en las referencias económicas de China esta crisis haciendo caer su PMI manufacturero de febrero hasta 35,7%, mínimo histórico y reflejando una clara contracción económica de la segunda potencia mundial. Pero el hecho de que sea un factor exógeno, no estructural de la economía mundial y que además esté en manos de las autoridades políticas y económicas su gestión nos debe llevar a pensar que a partir del tercer trimestre los datos volverán a su senda anterior. Los primeros que esperamos que actúen son los bancos centrales que lanzarán una nueva andanada de medidas de estímulo más pronto que tarde.

¿Qué podemos hacer? ¿Es una oportunidad?

Las caídas continuadas son un signo de que todavía es demasiado pronto para marcar un soporte o un punto de entrada. La dificultad de valorar el impacto en la economía en los próximos meses es el principal motivo por el que no se esté fijando un soporte en que rebotar las bolsas. Es probable que tengamos un rebote a corto plazo, pero quizás no muy pronunciado porque seguirán las dudas hasta que no se conozcan los efectos reales sobre las referencias económicas. No esperamos a corto plazo una recuperación en V de las valoraciones, pero el hecho de ser un asunto que está generando temores excesivos es signo de oportunidad, si nuestra visión es más a medio plazo. Aunque los primeros soportes técnicos estén claros 8500 en el IBEX, 3230 en el EuroStoxx 50y 2880 en el S&P 500, cada inversor debe valorar su momento de entrada teniendo en cuenta el horizonte temporal de su inversión. En cualquier caso si el inversor está ya invertido y su horizonte de inversión es largo no debería tomar decisiones radicales en estas situaciones. La renta variable sigue siendo hoy por hoy el activo que mayor expectativa de rentabilidad tiene en el largo plazo y podría verse muy benefiado por las nuevas medidas de estímulo una vez que la crisis cese. Los corredores de fondo lo saben bien: “las endorfinas generadas por el sufrimiento crean un efecto de euforia cuando el sufrimiento cesa”.

Las referencias macro económicas que conozcamos esta semana no van a tener un impacto determinante en el comportamiento de los mercados al tratarse de datos retrasados, previos a la expansión mundial del COVID-19. Las noticias sobre la expansión de la enfermedad y las medidas adoptadas serán referentes para los mercados. Si se consigue reducir el nivel de alarmismo generado podemos asistir al rebote antes mencionado.

CITAS ECONÓMICAS DE LA SEMANA

Lunes: PMI manufacturero de CAXIN en China, de la zona Euro y Gran Bretaña. El PMI del ISM en EE.UU.

Martes: Dato del desempleo en España. IPC de la zona Euro. El Tesoro español subastará letras a 6 y 12 meses.

Miércoles: PMIs de servicios y ventas minoristas de la zona Euro y PMI de servicios en EE.UU. Libro Beige de la Fed.

Jueves: El Tesoro español subasta bonos a 3 y 5 años y obligaciones a 10 años. Reunión de la OPEP.

Viernes Producción industrial de España. Creación de empleo no agrícola en EE.UU.

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