EL DULCE CAMINO DE AHORRADOR A INVERSOR

Hay una palabra sobre la que navegamos en nuestro viaje de esta última década y que nos genera inquietud, desasosiego e incluso temor. Me refiero a la palabra” crisis”.  Sin embargo, deberíamos tener más presente el significado etimológico de la palabra y que no es otro que un cambio que conlleva una evolución. Las mejores ideas y los avances más importantes de la humanidad surgen de los periodos de crisis.

En el ámbito financiero hay un segmento de población que está siendo el más damnificado en el contexto de crisis actual y que va a tener que cambiar y evolucionar. Y no es otro que el ahorrador tradicional, el que buscaba rendimiento al capital que había ahorrado, tras años de esfuerzo, en la tradicional imposición a plazo fijo. La situación actual de tipos de interés cercanos a cero o incluso negativos ha venido para quedarse y en los años venideros el obtener algo de rendimiento vía productos tradicionales va ser tarea arto difícil.

Pero, ¿el ahorrador se tiene que conformar con obtener unas rentas paupérrimas que, incluso, es posible que ni le aseguren el mantener el poder adquisitivo de su capital?

Creo que a este segmento, tan arraigado en nuestro entorno, le toca evolucionar. Esta evolución es realizar la transición de ser ahorrador hacia ser inversor.

Si queremos sentirnos satisfechos de la evolución emprendida, este trayecto se debe afrontar con seguridad y convencimiento personal. A esto nos va ayudar el contar con un buen asesor de Banca Personal que sea capaz de identificar nuestro perfil de inversor, conozca nuestros objetivos y  proyectos futuros, considere el horizonte temporal de nuestras inversiones y cuente con un buen conocimiento de los productos financieros y de la evolución de los mercados. En definitiva, que sea un guía para ir por el camino correcto y con seguridad.

El ser inversor no significa arriesgar sino todo lo contrario, significa hacer las cosas con un nuevo sentido planificador de nuestras finanzas y que nos ayude a lograr nuestros objetivos de rentabilidad. Hay propuestas de inversión para todo tipo de perfiles de inversor, desde el más prudente al más decidido. Se trata de ver cual se adapta a nosotros, a nuestros objetivos y nos lleve por un camino más dulce y sin que nos genere desasosiego.

Por otro lado, podemos identificar algunos productos financieros que de por sí son un camino dulce para convertirnos en inversores y que tienen una estructura a la que está habituado un ahorrador tradicional, como pueden ser los Fondos de Inversión con Objetivo rentabilidad y con reparto periódico.

Pero lo importante para afrontar las crisis con éxito es el convencimiento de que en evolucionar, y en este caso hacia ser inversor, es el camino hacia un futuro más prospero.  Objetivo2022 II-C

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